Ricardo Osvaldo Rufino mir1959@live.com.ar
En un territorio de solamente 923.768 km2, que es exactamente la décima parte del territorio de Estados Unidos de América (9.363.000 km2), Nigeria cuenta actualmente con 156 millones de habitantes, ocupando así el octavo lugar en el mundo.
Su densidad poblacional es de 168 habitantes/km2. Para contar con una proporción exacta del grado de superpoblación que sufre esta nación del oeste del continente africano, es indicado señalar que Alemania es el tercer país de Europa con mayor densidad (luego de Bélgica y Holanda) y su índice es de 127 habitantes/km2.
La tasa de fertilidad es de 5,41 infantes nacidos/mujer. La esperanza de vida en el país africano llega a los 47 años y el índice de crecimiento es del 2,67 por ciento anual. Menos del 25% de los nigerianos viven en asentamientos urbanos, al menos existen 24 ciudades con población mayor a 100.000 habitantes. La variedad de costumbres, idiomas y tradiciones dadas por los 250 grupos étnicos mencionados que coexisten en Nigeria le dan al país una gran diversidad. Sin dudas, la nación africana es un complejo mosaico lingüístico, social y cultural.
Otros datos: su capital es Abuja, su ciudad más importante y poblada es Lagos. La nación africana obtuvo su independencia del Reino Unido en 1960.
El 50 por ciento de la población profesa la fe islámica, un 40% son cristianos y el 10 restante tiene creencias indígenas.
Su forma de gobierno es una república federal presidencial, y solamente el 57% de su población está alfabetizado.
Las proyecciones y datos estadísticos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indican que casi todo el aumento de población mundial de aquí a 2050 ocurrirá en los países en desarrollo, hasta arribar a una población total de aproximadamente 10.000 millones de personas. La mitad de este crecimiento tendrá lugar en sólo nueve países: India, Pakistán, Nigeria, Etiopía, Estados Unidos, República Democrática del Congo, Tanzania, China y Bangladesh.
Es necesario realizar un esfuerzo de imaginación para poder dibujar en nuestra mente un esquema sobre lo que es hoy Nigeria…Esta nación –que hoy es la de mayor población del continente africano- poseía en 1950 solamente 34 millones de habitantes. Su crecimiento poblacional fue extremadamente acelerado, con un agravante: del total actual, la pirámide de población nigeriana muestra que un 97% de sus habitantes tiene entre 0 y 64 años, y de ese total un 44% tiene entre 0 y 14 años, lo que indica una posibilidad muy concreta de mayor ascenso poblacional con vistas al futuro.
Por ejemplo y con ánimo de comparar y observar las características singulares de este ascenso vertiginoso, vale observar el caso de España: en 1950 contaba con 28 millones de habitantes, hoy tiene 46 millones.
El interrogante a responder sería si existe una infraestructura económica o productiva que sustente el enorme bagaje poblacional con que cuenta Nigeria.
Con 15.600 millones de barriles en reservas de crudo, Nigeria es el principal productor de petróleo de África con un estimado de 2,5 millones de barriles diarios, y es miembro de la OPEP, sin embargo los actos vandálicos en los oleoductos son comunes en las épocas en que se registra la falta del carburante. Posee también más de 3 millones de m3. de gas natural. No obstante, la fuerte dependencia del petróleo y que este se encuentre en manos de empresas extranjeras, ha ocasionado una notoria carencia de desarrollo económico, causante de graves desigualdades sociales. La mayoría de los nigerianos vive con menos de un dólar al día. La balanza de pagos es positiva gracias a la exportación de crudo que se conduce a través de gasoductos desde el interior hasta los puertos del Atlántico. Se destaca también la industria petroquímica, de automóviles y las refinerías. En cuanto al resto de la actividad productiva, sólo tiene cierta importancia el cacao, al que se destina el 50% del suelo cultivable y que va dirigido en su integridad a la exportación. La industria es incipiente y la agricultura y ganadería ocupan al 50% de la población, pero ambas actividades apenas si pueden abastecer la propia demanda interna.
Al respecto, esto es lo que afirmaban en 1993 Paul R. Ehrlich y Anne H. Ehrlich, en la magnífica obra “La explosión demográfica” (Salvat):
“Se calcula que la población de Nigeria, formada por 115 millones en 1989, alcanzará los 160 millones de habitantes en el año 2000, los 270 millones en 2020 y algo más de 530 millones antes de que se detenga la expansión, poco después del año 2050. Esa cifra equivale a la totalidad de personas que vivían en África en 1984.
No obstante, no damos mucho crédito a esas previsiones, puesto que ignoran los aumentos que, casi con toda certeza, se registrarán en la tasa de mortalidad como consecuencia de los múltiples problemas inherentes a la superpoblación.
La producción agrícola en Nigeria, durante la década de los 80, fue más baja que treinta años antes, debido en gran parte, a la erosión del suelo. La corrupción política, la inadecuada gestión de los recursos (incluyendo los beneficios obtenidos por el petróleo) y la ausencia de un programa agrario han contribuido ha empeorar la situación del país. Imagínese lo que puede llegar a suceder si, según las previsiones, la población nigeriana se dobla y se vuelve a duplicar en dos generaciones”.
En este sentido, es interesante leer el testimonio de alguien que haya habitado en el país que intentamos descubrir. Yanina Mengoni vivió recientemente durante dos años en Lagos y algunas de las llamativas experiencias que relata en Yaminengoni.blogspot.com sobre su estadía en la ciudad nigeriana, son estas:
“En Lagos hay miles y miles de vendedores de todo: anteojos, relojes para cocina, gaseosas, papas, frutas, cintos, películas, cd, mapa mundi, revistas, balanzas, cortinas de baño, pelotas, etc. Y pasa lo siguiente: Si alguien muestra interés en algún producto y el auto arranca…. el tipo o nene, sale corriendo atrás del auto a mil en el medio de otros autos, hasta que el auto para y lo vuelve a ofrecer… y así sucesivamente. ¡Entonces además de autos y motocicletas hay gente corriendo…es una locura!
Cuando no, también pasan los caballos pobrecitos desnutridos, eso si que también da lastima, parecen galgos…pobres.
Otras de las cosas raras que pasan, es que cuando llueve, muchos morochos se ponen desnudos y se llevan la ropa en la mano y los observás corriendo por el puente o la calle como dios los trajo al mundo! Bajo la lluvia! A las mujeres las ves en las canaletas, que salen de algunas casas o negocios, que cae el agua y aprovechan a bañarse ellas y los nenes, es como una gran ducha! ¿Qué bárbaro, no? Ah, me olvidaba, los hombres y las mujeres orinan en la calle de un modo de lo más natural…
¡Esto es África! Un lugar donde la tierra es roja y la vida es tan fuerte, que todo lo que vibra aquí, bueno y malo, es muy poderoso. Aquí hay tiempo para charlar, reír, llorar las penas. La faena se detiene si hace falta consolar a alguien o hay algo que celebrar aunque no sea directamente tuyo. Aquí, todo es de todos. No se piensa en el futuro, como diría Jodorowsky, esta si que es la danza de la realidad”.
Resulta evidente que Nigeria, al igual que otros países del África subtropical, experimenta una aciaga encrucijada demográfica. ¿Qué medidas les recomienda tomar a todos ellos Joel Cohen, experto en temas demográficos, director del Laboratorio sobre Población de la Rockefeller University, en su libro titulado “Quante persone possono vivere sulla Terra?” (1998)?:
“Para ralentizar el crecimiento de la población sugiero seis eslóganes: promover el uso de los anticonceptivos, desarrollar la economía, tener menos hijos, dar poder a las mujeres, educar a los hombres, hacer todas estas cosas a la vez”.
Para concluir, Nigeria es una nación que se encuentra embretada en una ecuación de difícil resolución. Su crecimiento poblacional desmedido, incontrolado y su consecuencia directa, el flagelo de la superpoblación, la coloca en una situación de brutal estrés: se ve obligada a encontrar de manera urgente y continua trabajo, empleo, viviendas, alimentos, salud pública, educación, para contener a cientos de nuevos nigerianos que como catarata se suman a su caudal poblacional día a día.